Las Leyes y demás normas jurídicas pareciera que muchas veces entran o están en conflicto con el tiempo.
La ley solo produce efectos por un tiempo determinado. Luego, generalmente, la norma jurídica se aplica a todo hecho que se produzca durante la vigencia de la misma.
Sin embargo, existen hechos que ocurren bajo la vigencia de leyes antiguas, pero sus consecuencias legales acaecen por la aplicación de una ley nueva que puede fijar nuevas condiciones o suprimir o modificar aspectos relacionados con aquellos hechos.
Más desde otra perspectiva y análisis, hecha la ley, hecha la trampa.
Más tarda el ejecutivo y el legislativo en crear una ley para solucionar un problema, que lo que tardan los individuos en sabotearla y buscarle el quite o amañamiento en su provecho para burlarla.
De otra parte, retomando el inicial análisis, para todo abogado, la ley rige todos los hechos y actos que se producen a partir de su vigencia, garantizando los derechos adquiridos bajo una ley anterior. Es decir, que si una situación jurídica se consolidó bajo una ley antigua, en principio, no existe un conflicto normativo legal.
Pero hay leyes con efecto retroactivo o ultractivo que el legislador le otorga a aquellas. O lo que debe interpretarse, que se aplica una ley a hechos anteriores a la fecha de su entrada en vigencia o se crea una proyección futura de los efectos de una ley ya derogada, en casos excepcionales, y por razones de interés público o social.
Explicado de otra forma, el legislador a veces considera que la ley y su ley interpretativa son una sola. También acoge lo retroactivo, cuando se trata de leyes de orden público, leyes penales o que suprimen instituciones jurídicas.
Pero en la mayoría de las veces, toda ley que no tiene fuerza retroactiva, no extiende su autoridad sobre aquello que ya pasó en el momento en que aquella entró en vigencia.
Luego se presentan tres problemas fundamentales con la ley, a saber: se produce cuando se vuelve inoperante o no termina resolviendo un problema o conflicto, tiene efectos retroactivos o produce efectos ultractivos.
Mucho se ha dicho que lo que peor que puede sucederle al derecho es que se convierta permanentemente en letra muerta, ya sea por lo inoperante, porque los legisladores no la actualizan ni la nivelan con los tiempos actuales, por estar viciada políticamente, porque su desfase con la realidad y lo temporal o espacial la vuelva obsoleta desde antes de nacer, o porque simplemente los sujetos pasivos le salen adelante a cualquier consecuencia jurídica derivada de la ley creada, promulgada y sancionada.
Simplemente la ley regula el pasado en muchas ocasiones.
Y no prevee lo que puede ocurrir en el futuro ni sus eventuales y fatales consecuencias. La verdad nunca se encuentra entre las piolas, ni se manifiesta en el quehacer de los jueces o en los cerebros de los abogados. La verdad casi siempre permanece oculta a los ojos de los hombres y las mujeres, y muchas veces pone en ridículo el propósito de los gestores, gobernadores, capacitadores, escritores y respetuosos de la justicia.