POR QUÉ NO INVERTIR EN ACCIONES

El mercado de acciones es un universo oscuro y peligroso, con seudo-oportunidades para generar rendimientos sobre inversiones.

Con un sólo clic, una persona puede invertir en empresas de los cinco continentes que cotizan en bolsa, con la excusa de diversificar su dinero en diferentes sectores, industrias, regiones y tipos de empresas. Pero tal movimiento les genera un enorme riesgo.

Los brokers o intermediadores de compra y venta de acciones, son solo vendedores, mucho más pobres que los inversores, quienes promueven las cuentas de brokerage.

El valor de las acciones fluctúa de acuerdo a múltiples factores, entre los que se destacan la especulación y la ignorancia.

No invierta su dinero en el mercado accionario como si fuera un juego de algún trumpcasino, aunque en verdad dicha inversión es un juego de ruleta.

Los mercaderes de inversión del dinero ajeno, difunden un análisis fundamental y uno técnico. El primero considera factores macroeconómicos o top-down y microeconómicos o bottom-up  que pueden afectar el valor del capital de una empresa.

Lo macroeconómico comprende, crecimiento, tasas de interés, decisiones de política monetaria y tributaria, eventos políticos y otros aspectos que pueden afectar el valor de la compañía. Lo microeconómico contempla estudio de balances, crecimiento en ventas y utilidades, márgenes de rentabilidad, fusiones y adquisiciones, entre otros.

Los gestores y mercaderes de inversión se basan en un alto porcentaje en el top-down y no en el bottom up, lo que hace más incierta y peligrosa una inversión en bolsa.

El argumento más poderoso que tienen los vendedores de inversiones y muchos mañosos inversionistas es el  “Timing is everything” o “el tiempo es todo”, sobre todo los de Wall Street, centro financiero mundial del origen de las bancarrotas del mundo.

En síntesis no hay inversiones exitosas.

Finalmente, es sumamente peligroso invertir en fondos mutuos o roboadvisors, quienes invierten en carteras diversificadas de acciones, lo que hace que el destino del dinero dependa de las decisiones de los directivos y dueños de esas entidades.

Tampoco en fondos bursátiles (ETFs), los cuales funcionan parecido a un fondo de acciones y acumulan acciones de un mismo sector, país, índice accionario, y otros, porque el riesgo es concentrado.

Atte,

Eduardo Cusguen Olarte

Contador-Abogado-CEO